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Artículo sobre la recuperación de las variedades locales (ICTIB)

A continuación puede leer el artículo publicado por el ICTIB (Iniciativa de Custodia del Territorio de las Islas Baleares), que se hacen eco de las iniciativas de sus socios y socias, y donde se explica nuestra principal tarea, la multiplicación de semilla para recuperar y difundir las variedades locales.

La recuperación de variedades locales: por un futuro de diversidad y patrimonio biocultural

LaAsociación de Variedades Locales de Mallorca se constituyó en 2002 y desde 2011 impulsan un proyecto de multiplicación y dispersión de variedades locales, con el objetivo principal de dar a conocer las variedades locales y fomentar su consumo.

Hasta hace unas décadas, procesar las propias semillas era una tarea común dentro del campesinado. En cada finca se hacían las suyas, siendo la selección de las plantas por semilla una tarea que normalmente hacían las mujeres, con mucha dedicación y cuidado. Por eso cada finca tenía sus semillas muy celosas, ya que detrás de cada semilla había mucho trabajo de selección. Aún así, el intercambio de semillas entre fincas se hacía de forma habitual, para proveerse de alimentos.

Hoy en día, cada vez se dedica menos tiempo a este cometido. No es sencilla, requiere un know-how además de conocer el cultivo y el proceso de producción de semilla. Pero el esfuerzo vale la pena: se obtienen entonces adaptadas a las condiciones locales y, por tanto, con potencial de dar mejores resultados productivos, tanto a corto como a largo plazo. Y en el contexto actual de cambio climático, los cultivos deben ir adaptándose a veranos e inviernos más cálidos año tras año y, por tanto, cobra aún más importancia la selección de las variedades más adaptadas a las condiciones cambiantes.

Por otra parte, las variedades locales contribuyen enormemente a engrosar una especie de "biblioteca genética", formada por todo lo que se cultiva; a mayor riqueza de variedades acoja esta biblioteca, más posibilidades de que alguna de ellas se adapte a las condiciones cambiantes del ambiente. Al hilo del párrafo anterior, es esencial trabajar en este sentido para garantizar que en el futuro dispondremos de variedades adaptadas a más altas temperaturas y cambios en el régimen de lluvias, por ejemplo. Esta ventaja, además, refuerza la capacidad de una zona para mejorar su soberanía alimentaria, uno de los retos asociados, por tanto, al mantenimiento de la agrobiodiversidad.

Por último, esta práctica favorece que surjan gran cantidad de variedades y, así, diversidad de productos en cuanto a propiedades organolépticas, base de una cocina rica, arraigada e inquieta como el mediterráneo. La gran diversidad de tipos varietales que representa el tomate de ramellet, por ejemplo, es fruto de la selección de cada casa en relación con sus preferencias sobre un cultivo determinado. Este hecho ha llevado a que hoy en día todavía haya gran diversidad de tomates de ramellet, que forman un patrimonio biocultural muy importante.

Para conseguir su objetivo, pues, la Asociación de Variedades Locales promueve el cultivo de variedades locales de hortaliza y leguminosas por parte de productores/as, campesinos multiplicadores de semilla, con los que firman un acuerdo donde se recogen las condiciones de cultivo y los compromisos de las partes implicadas. La Asociación les pone a disposición la semilla o plantel a reproducir y los agricultores la cultivan en condiciones ecológicas, ya que la mayoría están de alta en el Consejo Balear de Producción Agraria Ecológica. Al tener los frutos o plantas con semilla, existen dos opciones: la primera implica que los propios campesinos hagan la labor de extracción de semilla, y en la segunda éstos facilitan el fruto o planta y la Asociación de Variedades Locales realiza la extracción de entonces con la ayuda de voluntariado.

Actualmente existen unas 60 variedades locales de hortaliza y legumbre incluidas en el proyecto, que se obtienen gracias a la labor de la red de multiplicadores de semilla, formada por 15 campesinos con los que se han establecido los acuerdos. La Asociación, aparte de asumir el coste de la cantera, también paga el fruto o semilla que se extrae a los multiplicadores. A cambio, el campesino colabora en toda la labor de mantenimiento y cuidado de la planta.

Otra parte importante de la iniciativa es la oferta de algunas de las variedades locales que se multiplican en la población isleña. Así, estas semillas se pueden encontrar en 25 tiendas de Baleares (23 en Mallorca y 2 en Menorca), para que se puedan adquirir y seguir reproduciendo de forma particular. La mayoría de variedades que se trabajan tienen el sello de producción ecológica avalado por el Consejo Balear de Producción Agraria Ecológica (CBPAE). Esta tarea no tiene fin; la Asociación trabaja día a día en la introducción de nuevas variedades y en la selección y mejora de las actuales, a fin de aportar a las personas interesadas una amplia gama de variedades locales.

Gracias a la implicación de los socios, la entidad puede seguir trabajando en la recuperación, multiplicación y difusión de lo que representa la agrobiodiversidad y las variedades locales. También es importante el voluntariado, que realizan personas socias o no, en determinados momentos del proceso en el que se necesitan muchas manos. Si le da ganas de contribuir con la recuperación de este patrimonio, puede hacer difusión de su tarea a través de las redes o hacerse socio a través de su página web.

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