Sa Porgadora

El sector agrario tiene dificultades para obtener un grano para siembra o para consumo humano, entre otros debido al minifundismo y la utilización de la misma maquinaria de siembra y recolección de grano para diferentes fincas, que provoca la mezcla de distintas especies en detrimento de la conservación de las variedades en su pureza.

Actualmente, existe un incremento de la demanda de harinas de variedades locales y ecológicas debido a la panificación que se hace de éstas. A pesar de la creciente demanda, los agricultores y panaderos se ven con dificultades para conseguir cereales seleccionados para consumo.

Es sabido que, en estos momentos, algunas leguminosas o cereales están a punto de desaparecer, ya que no tienen salida comercial a consecuencia de la falta de maquinaria de limpieza. Existe un mercado que valora estas variedades y que valora la producción de productos ecológicos. En caso de que nos ocupa, parece que hay demanda al poder elaborar harinas de cereal y al poder vender legumbre local. Así, podemos decir que existe un cierto potencial en este tipo de producto, pero con las herramientas actuales se encarece mucho el coste de producción.

Es necesaria una inversión con infraestructura, ya que la calidad que se consigue en Sa Porgadora a partir de la limpieza es buena, en comparación con cómo llega el grano. Pero en algunos casos, sobre todo en las legumbres, se podría mejorar, por lo que se necesita mayor y mejor infraestructura. La limpieza del grano no sólo es importante por lo que se pueda alcanzar como producto final, sino que es un proceso clave para preservar la biodiversidad cultivada, para fomentar la autonomía de los campesinos y, por tanto, la soberanía alimentaria.

Para saber más sobre el proyecto: en APAEMA podréis encontrar el artículo del mes de la agenda 2020, dedicado esta vez al proyecto de Sa Porgadora. Y en la revista Agrocultura también se publicó un artículo sobre este proyecto, en septiembre del 2021, y que se puede encontrar aquí.